Mi estancia en un pequeño hotel en el barrio judío de Cracovia fue muy agradable. La habitación era espaciosa y cómoda, y tenía una terraza con unas vistas impresionantes de los tejados de la ciudad. El desayuno era bueno y había una variedad de opciones para elegir. Además, la ubicación del hotel era ideal, con muchos bares, restaurantes y lugares turísticos cerca, y a solo unos minutos a pie de las zonas más céntricas.

Es un hotel fantástico, con habitacionestá ordenadas, bravo!

Un desayuno maravilloso con un montón de comida riquísima y un personal bastante amigable. Ubicación realmente encantadora - cerca de la Szeroka Street.

Personal, entorno, tranquilidad, precios razonables.

El desayuno es estupendo y maravilloso. El lugar estaba siempre muy limpio. - Habitaciones con una tv. - Había un hervidor eléctrico y cristalería. - El hotel tenía una ubicación céntrica y estaba muy cerca del Barrio judío de Kazimierz.

Me ha gustado su ubicación en la ciudad, en un barrio interesante y cerca del centro histórico.

El cuidado, mantenimiento y adecuación de la habitación deja bastante que desear; por ejemplo, los días que estuvimos no hicieron la cama y una cortina descolgada siguió descolgada todo el tiempo

La decoración y su ubicación en el barrio judío.

No todo estuvo muy bien.

Mi experiencia en Rubinstein fue excepcional. El hotel es acogedor y la habitación espaciosa y limpia. Disfruté de las vistas desde la terraza y el desayuno era variado y delicioso. La ubicación del hotel en un barrio con muchos bares y restaurantes, y su proximidad a las zonas céntricas, fueron muy convenientes. El personal fue amable y nos ayudó en todo momento.

Nada, todo excelente 👌.

El servicio era realmente estupendo, eso hizo que el hotel fuera un lugar único. La habitación está muy bien amueblada y práctica, con un buen diseño con un baño y una cama espléndida, quedamos muy satisfechos. - Ubicación: el hotel estaba súper cerca de numerosos restaurantes y del centro principal y también de bares y restaurantes.

La vista era atractiva desde la habitación, también única y muy limpia, y tenía un refrigerador minibar, una plancha y tabla de planchar, una mesa de trabajo. Su ubicación era céntrica, cerca de la Galicia Jewish Museum.

Es bastante triste, pero había un pelo en algunos sitios.

En la tarjeta llave de la habitación informan que no se hacen responsables de los objetos que se dejan dentro de la misma y luego desaparecen. Nos enteramos demasiado tarde.

La habitación en el Hotel Rubinstein era increíble! Tenía una cama súper cómoda y muchas opciones de almohadas para elegir. Además, la vista desde la habitación era simplemente impresionante, con vistas a los edificios, iglesias y sinagogas más antiguas y hermosas de Cracovia. Me sentí como en casa.

Aunque fue una gran experiencia, la única cosa que no me gustó tanto fue que algunas habitaciones tenían un minibar. Personalmente, no suelo utilizarlo y creo que ocupaba espacio que podría haber sido utilizado para otras cosas.

Céntrico. Buen desayuno. Buena relación calidad precio.

Wifi muy mal en habitaciones. Baño muy pequeño

Decoración linda, camas mega cómodas, habitaciones funcionales y con un diseño chévere. ¡Genial! 😊

Ubicado en una plaza con encanto, en el barrio judío de Cracovia, a unos 20 minutos andando del centro. Limpio y con un diseño elegante. Desayuno abundante y bueno.

Las camas son pequeñas y con un colchón excesivamente blando. Parecían que las camas individuales eran de las que ponen supletorias. El personal no facilita información útil y es muy parco en palabras

La ubicación del hotel y la habitación (instalaciones y limpieza)

El desayuno, el buffet no disponía de frío y a pesar de que estaba abierto hasta las 10,30h, si bajabas a partir de las 10 estaba desabastecido. Tan solo una mañana, nos preguntaron si queríamos algún plato de cocina (huevos...), el resto de las mañanas no lo hicieron, por lo que hasta ese día (casi al final de la estancia) no tuvimos conocimiento de esa opción.